Nacido como un excelente material para la ropa de trabajo, el Denim o Vaquero se ha convertido a lo largo de los años en un tejido versátil que se ha consolidado como sinónimo de ropa juvenil e informal. Históricamente toma su nombre de la ciudad de Nimes, donde se inventó, ya que se le conocía como «tela de Nîmes», en Francia, sin embargo, se conocía como Bleu de Gênes –Azul de Génova del que deriva el blue-jeans– ya que desde el puerto de Génova se distribuía este tejido. El denim se producía originariamente con una urdimbre de lino y una trama de algodón, mientras que en la actualidad se utiliza mucho más el algodón.

Este material aporta gran resistencia y solidez, mientras que el ligamento de sarga resalta su versatilidad. El tejido Denim está estrechamente ligado al color azul índigo, un color particular que aporta a la prenda características únicas.

De hecho, el índigo es un pigmento de origen vegetal que se obtiene de la Indigofera Tinctoria, rica en indigotina, principio activo que se extrae de las hojas que se han dejado fermentar en grandes cubas con soluciones alcalinas. El índigo pertenece a la categoría de «colorante a la tina» que, al ser una sustancia insoluble en agua, debe transformarse en una forma soluble para que pueda teñir las fibras del tejido deseado. Sin embargo, tiene una peculiaridad: lavado tras lavado, los otros colorantes tienden a volverse grises, mientras que el tinte índigo se aclara manteniendo una tonalidad azul brillante que, con el tiempo, adquiere cada vez más brillo. Esta peculiaridad se debe a su insolubilidad, que impide que el color se una totalmente a la fibra del material con el que está confeccionada la prenda.

CAMISAS VAQUERAS